Los resultados del trabajo de I+D los han presentado en forma de vídeo en el que comparan las pantallas táctiles actuales con la visión que tienen en Microsoft Research, es decir, las pantallas actuales presentan un retardo muy grande (100 milisegundos) comparado con el retardo que el equipo de Applied Sciences ha sido capaz de alcanzar y que asciende a 1 milisegundo. ¿Y qué es el retardo en una pantalla táctil? El tiempo que transcurre entre que tocamos la pantalla y ésta responde, un valor de tiempo que cuanto más pequeño sea mejor será la experiencia del usuario.
Los 100 ms actuales, a los ojos de Microsoft, son una cantidad perceptible por el usuario y, según comentaba uno de los miembros del equipo de investigación, Paul Dietz, el objetivo es bajarlo a un nivel que apenas se note. Cuanto más grande es la pantalla táctil, por ejemplo, en las tabletas, mayor es la probabilidad de notar este retardo entre “la accción y la reacción” y, si tenemos en cuenta que un usuario medio mueve su dedo a una velocidad de 1 metro por segundo sobre la pantalla táctil, el retardo puede suponer unos 10 centímetros de descuadre entre la reacción y la posición del dedo. En el vídeo de demostración, Microsoft ha disminuido la velocidad de la imagen a un octavo para que sea mucho más fácil percibir el retardo de las pantallas y para ver mucho mejor el trabajo que han conseguido.
Por ahora, el equipo de Microsoft Research está trabajando con un prototipo, por lo que aún es pronto para afirmar que esta nueva generación de pantallas táctiles llegará a los mercados en un corto espacio de tiempo puesto que toda esta demostración es estrictamente experimental pero, desde luego, es una mejora de rendimiento muy interesante.
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